El árbol de Jagua: símbolo de identidad (Parte 1 de 3)

Por: Harlem Eupierre

Lo real maravilloso.

La ciudad de Cienfuegos goza de una rica y peculiar historia, matizada por auténticas leyendas aborígenes, además de la exclusividad de haber sido fundada por franceses hace dos centurias.

Dentro de la historia más lejana figuran dos leyendas muy relacionadas entre sí, que reflejan cual espejo del tiempo, la cosmovisión de aquellos primeros pobladores del hoy Cienfuegos. Sendos legados, siguiendo patrones de la cultura taína (aruaca), revelan la manera en que se crearon los habitantes del cacicazgo de Jagua.

(…) Y se fijó en un árbol lozano de bastante elevación y redondeada copa. De sus ramas pendían los frutos en abundancia, frutos grandes y ovalados, de color pardusco. En plena madurez muchos de ellos, se desprendían del árbol, reventando su carnosidad sembrada de pequeñas semillas. Caonao degustó uno de aquellos frutos, su sabor era agridulce, tanto le agradó que decidió juntar algunos para llevárselos a su bohío cuando, súbitamente (…) un rayo de luz lunar, hiriendo los frutos en desorden amontonados hizo surgir de ellos a un ser maravilloso, una hermosa mujer la cual se llamó Jagua, que al desposarse con Caonao dio origen a las primeras mujeres que en unión de sus esposos procrearon a todos los hijos de la Tierra. Jagua fue la deidad que dictó las leyes de los Hombres, así como la que les enseño las artes de la pesca, la caza y la agricultura (…) Jagua significa fuente, manantial, riqueza, origen[i].

Las comunidades neolíticas que se asentaron en las inmediaciones de la bahía de Jagua veneraron la deidad Jagua, la cual “tuvo un culto especial entre los aborígenes y un altar o templo que, según la tradición, existió en el lugar que ocupaba un pequeño cerro situado aproximadamente en el sitio limitado por las calles de Hourruitiner (#33), De Clouet (#31), y las avenidas Santa Elena (#60) y Santa Cruz (#58); templo que consistía en un montón de piedras hacinadas junto al árbol de su nombre, ante el cual se celebraban fiestas periódicas en honor a la diosa”[ii]. De aquella construcción hoy no queda vestigio visible alguno.

La jagua figura en el escudo oficial de la ciudad de Cienfuegos, diseñado por el benemérito Agustín de Santa Cruz en 1831, el cual está insertado en la franja central de la bandera local. El mencionado árbol es sin dudas, un símbolo de identidad cultural local, pues es protagonista de uno de los más antiguos legados, cosa que pudiera verse como un nexo entre los que fueron y los que somos hoy habitantes de la región centro-sur de la isla de Cuba.

El árbol jagua tuvo tanta trascendencia para las culturas aborígenes de tronco aruaco, ubicadas en las respectivas cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, que varios investigadores sostienen que esta es la causa de su actual presencia en la flora antillana, una vez que fuera traída por ellos al momento de su paso y establecimiento en las Antillas.

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Nota: Este trabajo es una versiòn producida para Cienfuegos Verde, del original publicado en: Revista cultural «Ariel» de Cienfuegos. Año 2001.

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1 comentario en “El árbol de Jagua: símbolo de identidad (Parte 1 de 3)”

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