Autor: Vladimir Rodríguez Sánchez/Arquitecto y artista visual. Serie: Como si fuera una guitarra. Obra: Las manos de idéntica esperanza. Técnica: Plumilla sobre papel fotográfico. Año 2005

Una curiosidad científico-histórica sobre nuestro árbol nacional

Por: Milián Rodríguez Lima

La especie fue descrita por primera vez por el naturalista norteamericano William Bartram en 1791, quien la denominó Palma elata, de acuerdo con el crecimiento en Florida central (Missouri Botanical Garden, 2009).

Esta hermosísima palma fue colectada inicialmente para Cuba por el sabio alemán Alejandro de Humboldt (1769-1859) en su primera expedición a la isla, cerca de La Habana, Regla, Ojo de Agua y Guanabacoa. Con el número 1276 de Aimé Bonpland (1773-1858), naturalista y botánico francés, fue depositada en el herbario del Museo Nacional de Historia Natural de París, Francia. Posteriormente, se publica como Oreodoxa regia Kunth en 1816 por Carl Sigismund Kunth (1788-1850), naturalista y botánico alemán.

Tras ocho décadas, en 1900, el norteamericano Orator Fuller Cook (1867-1949), después de realizar profundas investigaciones, crea un nuevo género dedicado a su amigo Roy Stone (1836-1905), militar y amante de la botánica, para lo que latiniza la combinación del nombre con el apellido y surge de esta manera el epíteto genérico Roystonea, luego transfiere a Oreodoxa regia y designa a nuestra palma real como Roystonea regia (Kunth) O. F. Cook y especie tipo del género.

En 1996, Scott Zona (Estados Unidos, 1959), publica un ensayo monográfico donde brinda resultados novedosos desde el punto de vista taxonómico sobre nuestras palmas reales. En su estudio aplica las técnicas de la biología molecular (ADN) de materiales colectados en Cuba y en la región, y llega a una curiosa conclusión: nuestra palma real es la misma que se encuentra en la península de la Florida.

Según las reglas de la nomenclatura botánica, las propiedades más antiguas publicadas para una especie tienen prioridad sobre los nuevos nombres.

William Bartram (1739-1823) aplicó el binomio linneano de Palma elata, “una palma grande, solitaria, con un tronco blanco ceniciento que terminaba en una canopia de hojas verdes, la corona, y con hojas pinnadas, que crecía en la Florida central”; sin embargo, no hay ninguna colección conocida allí y no existe otra palma nativa que se pudiera ajustar a la descripción de este autor.

En 1946, el estadounidense Francis Harper (1886-1972) señaló que el nombre dado por Bartram era válido y propuso una nueva combinación, la Roystonea elata. En esta oportunidad, la utilización de ese nombre por Liberty Hyde Bailey (1858-1954), también norteamericano, en su revisión del género en 1949, estableció su uso (Zona, 1996).

La nueva combinación de Harper suplantó inmediatamente a la Roystonea floridana de Cook, pero hubo desacuerdos sobre si las poblaciones de la Florida y de Cuba representaban a una sola especie o a dos. Con la revisión del género llevada a cabo por Zona, se concluyó que ambas pertenecían a la misma especie.

De acuerdo con las reglas de la nomenclatura botánica, el nombre correcto tendría que ser Roystonea elata, pero en un gesto que se puede considerar altruista y de respeto a nuestro país, Zona señaló que el nombre específico “regia” tenía una historia de uso en arboricultura que databa al menos de la primera mitad del siglo XIX, y la especie se había propagado por el mundo con este nombre; por su parte, el nombre específico “elata” había sido poco utilizado, solamente desde 1949.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, dicho autor propuso que el nombre de Roystonea regia debía ser conservado para esta especie.

 

Análisis de la nomenclatura:

Nombre científico: Roystonea regia (Kunth) O.F. Cook

Basónimo: Oreodoxa regia Kunth

Combinaciones del basónimo: Oenocarpus regius (Kunth) Spreng

Sinonimia:

Euterpe jenmanii C.H. Wright

Euterpe ventricosa C.H. Wright

Oenocarpus regius (Kunth) Spreng

Oreodoxa regia Kunth

Palma elata W. Bartram

Roystonea elata (W. Bartram) F. Harper

Roystonea floridana O.F. Cook

Roystonea jenmanii (C.H. Wright) Burret

Roystonea regia var. hondurensis P.H. Allen

Roystonea ventricosa (C.H. Wright) L.H. Bailey

 

Referencias:

  • Bartram, W. (1791). Travel through North and South Carolina. Philadelphia.
  • Cook, O. F. (1900). “The method of types in botanical nomenclature”. Science, 12 (300), 475-481.
  • Davies, A. O. 2011. “Influence of sowing depth and growth media on seedling emergence and growth of royal palm (Roystonea regia)”. Graduated Thesis, University of Agriculture, Abeokuta, 41 p.
  • Henderson, A., Galeano, G. & Bernal, R. 1995. Field guide to the palms of the Americas. Princeton, N.J.: Princeton UniversityPress, 352 p., ISBN: 978-0-691-08537-1.
  • Humboldt, A. (1860). Ensayo político sobre la isla de Cuba, La Habana, Cuba: Lex.
  • Kunth, C. S. (1816). In A. Bonpland& A. Humboldt (ed.), Nova Genera et Species Plantarum 1. Paris.
  • Missouri Botanical Garden. 2009. Roystonea regia. Flora of North America, Available: <http://www.missouribotanicalgarden.org>, [Consulted: December 20, 2016].
  • Moya López, C. (2020). “Del patrimonio natural cubano; el género Roystonea (Arecaceae)”. Monteverdia, 13(2), 11-28. Recuperado a partir de https://revistas.reduc.edu.cu/index.php/monteverdia/article/view/3534
  • Zona, S. (1991). Notes onRoystonea in Cuba. Principes, 35 (4), 225-233.
  • Zona, S. (1994). “Proposal to conserve Oreodoxa regia Kunth, the basionym of Roystonea regia (Kunth) O. F. Cook, against Palma elata W. Bartram (Arecaceae)”. Taxón, 43 (1), 662-664
  • Zona, S. 1996. “Roystonea (Arecaceae: Areocoideae)”. Flora Neotropica, 71: 1-35.

 

Acerca del autor:

1 comentario en “Una curiosidad científico-histórica sobre nuestro árbol nacional”

  1. Muy interesante este artículo de Miliàn Rodríguez, que nuevamente tuvo la gentileza de ponerlo a disposición de Cienfuegos Verde. Nuestro agradecimiento a su autor.
    Este artículo despeja una duda largamente discutida sobre si la la Palma Real cubana era, taxonómicamente hablando, la misma especie que la floridana. Para beneplácito de todos los cubanos, de aquí y de allá, solo hay una, su majestad: Roystonea regia.
    Y he aquí un símbolo que no podemos soslayar, ¡cubanos somos todos¡ más o menos gruesos, más o menos altos, más o menos verdes, pero cubanos. Y cubano es quien ame a Cuba, no importa donde sus raíces estén sustentadas.
    Con este artículo, la plantación de un ejemplar del árbol nacional en el Parque Martí de Cienfuegos y la publicación de algunas de las piezas alegóricas de la obra «Como si fuera una guitarra» del artista visual Vladimir Rodríguez, pues marcamos un hito en las aspiraciones de nuestro grupo: celebrar cada año en este mes la fiesta de la nación. Así lo iniciamos hace un año con la publicación del artículo sobre las palmas cubanas del máster Duanny Suárez y el propio Miliàn.
    Agradecemos al artista Vladimir Rodríguez por su generosidad al brindar una de sus obras para acompañar a este artículo.
    ¡Qué hermoso!
    ¡Enhorabuena!

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