El arbolado del Centro Histórico Urbano de Cienfuegos

Por: Yaima González Hernández y Yordenis González Peña

Las calles constituyen espacios ricos y complejos que conforman en sí una indispensable red estructuradora de las partes componentes del paisaje citadino. Al introducir árboles adecuados en su angosto y compartido espacio, el resultado suele constituir el modo perfecto de reducir la tensión crónica que generan los conglomerados urbanos.

El árbol urbano es entonces un elemento fundamental en el paisaje de una ciudad, pues brinda beneficios de orden ambiental, estético, paisajístico, recreativo, social y económico.

Desde su constitución como urbe, la presencia de arbolado en Cienfuegos en espacios públicos y privados, parques, paseos y calles ha sido un elemento esencial de su singularidad; expresión de las nuevas ideas de modernidad, higiene y orden en el planeamiento urbano desarrollado en América Latina en el siglo XIX y carácter excepcional que le ganó el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad en el 2005.

Sin embargo, y en contraste con lo antes dicho, en el último decenio, la condición de urbe arbolada nuevamente ha suscitado polémica, descrita para otra ciudad por Coyula de la siguiente manera:[1] “las calles han sucumbido en una pelea desigual con las cisternas, el tendido aéreo eléctrico y telefónico, y la furia asesina de algunos, canalizada hacia una víctima indefensa (el árbol)”.

En este panorama, la gestión que sobre el arbolado viario se introduce por las instituciones a cargo es aún insuficiente, pues carece de información actualizada sobre los tipos y cantidad de individuos por especies botánicas, el estado físico y fitosanitario, la necesidad de manejos, así como sobre la cuantificación de los conflictos con la infraestructura gris.

Es así que, en el caso específico de Cienfuegos, fue necesario recurrir a un diagnóstico apoyado en técnicas de dasonomía, que permitiera el reconocimiento de las características del arbolado y la determinación de su situación actual. El estudio tuvo como objetivo principal evaluar el estado del arbolado en el Centro Histórico Urbano (CHU) de esta ciudad. Asimismo, caracterizó las especies que lo componen en siete calles del Centro Histórico Urbano; evaluó el estado fitosanitario y físico de dichas especies de árboles y arbustos que constituyen el arbolado viario y los conflictos con la infraestructura gris.

El proceso de diagnóstico se desarrolló en dos etapas. La primera, de análisis documental, incluyó el recuento detallado de los informes gubernamentales, las notas editoriales y la comunicación personal, para conocer sobre la evolución y gestión del arbolado en el CHU de Cienfuegos. Esta mirada retrospectiva permitió establecer el contexto en que se originaron los factores incidentes y causales de índole sociocultural vinculados a la problemática actual. En la segunda, de interpretación in situ, se realizaron recorridos de observación e interpretación a lo largo de siete calles, de sur a norte (23, 25, 27, 29, 31, 33 y 35). La totalidad de los alcorques en las aceras de cada una de ellas se registraron como unidades de muestreo, que representaron el 63 por ciento del total de las calles que conforman el CHU de Cienfuegos.

El estado fitosanitario del arbolado fue valorado a partir de las observaciones cualitativas realizadas durante el trabajo de campo. Instrumentos y herramientas como el hipsómetro láser Nikon Forestry Pro, la cinta diamétrica y el programa Microsoft Excel 2010 fueron útiles en el análisis y procesamiento de los datos.

Los principales resultados de este estudio se enfocaron en un primer momento a la caracterización de las especies. En ese sentido, se reconocieron seis especies distribuidas en cinco familias botánicas y cinco géneros, con tres nativas e igual número de exóticas. En un total de 572 individuos existía una especie arbustiva (Thevetia peruviana)[2] y una palmácea.

Luego, en igual orden de importancia, se realizó la evaluación del estado físico y fitosanitario de las especies. Esta evaluación cualitativa de cada árbol se hizo según lo expuesto por Grey & Deneke[3], que consideran que un individuo sano “es aquel que presente un crecimiento vigoroso, sin transformaciones en su porte y morfología, y que no muestre signos de daños mecánicos por la acción de insectos, fitopatógenos y otras asociadas a la interacción humana”.

Atendiendo a este criterio, se reconoce, en cuanto al estado físico, que el cinco por ciento de las especies existentes en los espacios recorridos se evalúa de mal, el 60 por ciento de regular y el 35 por ciento de bien.

En tanto, el uno por ciento del arbolado presenta problemas de salud, por lo que es evaluado de mal, el 84 por ciento de regular y el 15 por ciento de bien.

Las mayores afectaciones correspondieron al área foliar (copa de los árboles). El 92 por ciento de los árboles fueron evaluados de mal a regular en relación con el estado físico y fitosanitario de sus copas. Solo el ocho por ciento se evaluó de mal a regular por el estado de sus troncos.

Otros daños en esta área lo constituyen las suciedades por la acción de contaminantes atmosféricos, la marchitez y debilitamiento debido a la presencia de plagas (pulgones y ácaros) y, por último, los relacionados con las podas inadecuadas e infrecuentes en el intento de adaptar árboles de gran porte a escenarios angostos.

Las afectaciones en los troncos estuvieron asociadas a la presencia de heridas, provocadas por cortes inapropiados y sin tratamiento durante acciones de mantenimiento y otras por incisiones vasculares, conocidas como anillados, realizadas por vecinos para provocar la muerte del árbol.

Se observaron además árboles con troncos inclinados, cuya causa se debe a que los que crecen a pleno sol buscan la incidencia directa de la luz y tratan de alejarse de los obstáculos que se lo impiden; a la incidencia del viento y a la calidad de selección de plántulas débiles y tallos ya deformados en viveros.

Otros ejemplares se muestran con afectaciones sanitarias, daños mecánicos, muertes por anillamiento e intoxicación por hidrocarburos, podas mal ejecutadas, desmoches innecesarios, conflictos con redes técnicas y fachadas de edificios, que exhiben un aspecto estético deplorable a lo largo de las siete calles recorridas.

El diez por ciento de las unidades de muestreo, de un total de 630, estaban en espacios vacíos o cementados, con hierbas espontáneas y como depósitos de desechos domésticos.

Finalmente, el estudio concluyó que el arbolado viario de las siete calles muestreadas en el Centro Histórico Urbano de Cienfuegos está compuesto solo por seis especies de árboles y arbustivas (Calophyllum antillanum, Calophyllum calaba, Thevetia peruviana, Ficus sp., Hibiscus elatus y Dypsis lutescens), distribuidas en cinco familias botánicas.

El 64 por ciento de los individuos pertenecen a una sola especie, exótica, Calophyllum calaba (Palo de María), cuya desacertada elección y plantación en la primavera del año 2007 derivo  en la suma de  conflictos de los árboles con la infraestructura gris de esa parte de la ciudad.

De modo general, el estado físico del arbolado se clasifica de regular, la mayoría de los individuos que lo componen presentan afectaciones de diversa índole (plagas, anillamiento, ahuecamiento de troncos, daños mecánicos, troncos inclinados).

El 90 por ciento del total de individuos se encuentra debajo de redes técnicas (eléctricas y telefónicas) susceptibles a conflictos con estas durante la ocurrencia de eventos climatológicos y fuertes vientos.
El 53 por ciento del total de individuos adultos ha levantado las aceras y crea barreras arquitectónicas, además de irrumpir con sus raíces en edificaciones próximas.

Los trabajos de mantenimiento realizados al arbolado denotan ser esporádicos y de muy mala calidad, ejecutados con herramientas inadecuadas y por un personal inexperto.

Por último, se aprecian alcorques reducidos en relación con el diámetro del árbol, árboles maduros que deben ser sustituidos, y otros ya muertos que representan peligro o riesgo y ofrecen un aspecto estético deplorable.

A la vista de especialistas e instituciones debe estar la manera de encauzar los manejos del arbolado público, por medio de estudios en los espacios donde la sociedad armoniza con la naturaleza. Sustituir los árboles y arbustos no apropiados por especies certificadas bajo criterio de expertos, que respondan a propuestas de selección y diseño adecuados; la protección fitosanitaria y mantenimientos de las nuevas especies introducidas, así como a las ya establecidas que no generan conflictos con la infraestructura gris y la formación y capacitación de técnicos y operarios vinculados a las labores culturales relativas al arbolado urbano son algunas de las premisas recomendadas para futuras acciones.

[1] Mario Coyula: Más acá del río y bajo los árboles a la sombra de un Vedado que ya no es más, Ediciones Unión, La Habana, 2016.
[2] Esta planta posee un látex venenoso.
[3] Grey, G.W & Deneke, F.J.: Urban Forestry, New York, 1978.

Referencias

  • Álvarez de Zayas, A & Saralegui B. 2010: “El arbolado urbano en Cuba, usos y abusos de especies de Ficus”, Revista del Jardín Botánico Nacional. 2009-2010, No. 30-31, pp. 203-212.
  • Bisse, Johannes: Árboles de Cuba, Editorial Científico Técnica, La Habana, 1988.
  • Bonells, J. E. 2003: “La gestión moderna del arbolado urbano de las ciudades”, Servicio de Parques y Jardines, Ayuntamiento de Sevilla, España, [consulta: diciembre 2020]. Disponible en: https://www.sevilla.org/servicios/medio-ambiente-parques-jardines/e-articulos-tecnicos/gestion_mod.pdf
  • Castillo R. & Pastrana J. C. 2015: “Diagnóstico del arbolado viario de El Vedado: composición, distribución y conflictos con el espacio construido”, Arquitectura y Urbanismo. Versión On-line ISSN 1815-5898. Vol.36 No.2, La Habana abr.-ago., 2015.
  • Ferro, S; Álvarez, A; Castillo, L. 2011: Manual de Arborización Urbana, Sello Editorial GDIC, La Habana, Cuba.
  • Fidel Barreiro, Proyectista Departamento de Planificación Física Provincial. Comunicación personal. 2017.
  • Oficina Nacional de Normalización: Áreas Verdes Urbanas (Parte 1 a la 5), NC 677 1-5: 2009, La Habana: ONN, 2009
  • Sosa-López, et al. 2011: “Diagnóstico de la situación del arbolado urbano en la ciudad de Guisa”, Revista Forestal Baracoa, vol. 30 (1), enero-junio 2011 ISSN: 0138-6441, pp. 73-78.

Nota: Este trabajo es una producción original de Cienfuegos Verde.

Acerca del autor:

Ingeniero Forestal, Máster en Agroecología y Agricultura Sostenible. Titulado en la Universidad de Pinar del Río, Cuba.

2 comentarios en “El arbolado del Centro Histórico Urbano de Cienfuegos”

  1. Harlem Eupierre

    Un encomiable trabajo de Yaima y Yordenis, que nos presenta pragmàticamente, la situaciòn del arbolado en casi dos tercios del àrea declarada como Centro Històrico de la ciusad de Cienfuegos.
    Esta investigaciòn preliminar es la base para un proyecto màs ambicioso que està en gestaciòn ahora mismo por parte del Grupo Cienfuegos Verde, y que estamos ansiosos por llevar a cabo, pues de sus resultados ademàs de exhibir la situaciòn actual para que sirva de referencua en un futuro, esperamos que derive un plan de manejo integral de todo el arbolado donde la participaciòn comunitaria e institucional sea primordial.
    Aunque la percepciòn comunitaria sobre el arbolado no fue parte del estudio, sì es menester llamar la atenciòn sobre la existencia de conflictos entre los àrboles y los residentes. Una imagen reveladora nos presenta una cuadra donde ¡seis! àrboles adultos fueron anillados y con ello condenados a morir. Esto ademàs de inaceptable ètica y legalmente, habrìa que abordarlo para encontrar soluciones perdurables.
    Otro aspecto interesante expuesto es el tema de las especies presentes. Este asunto ha generado inquietud en muchas personas e instituciones desde hace un tiempo, pues se evidencian tambièn conflictos con las estructuras y redes elèctricas, vial e hidrosanitarias adyacentes, como ilustran varias imàgenes.
    Tradicionalmente, el arbolado en las aceras de la ciudad de Cienfuegos ha estado basado en solo dos especies: la majagua y el ocuje. Pienso que serìa tiempo para evaluar otras especies que conjuntamente con el aporte de sus beneficios naturales, tengan un impacto menos conflictivo con el desarrollo urbano actual y futuro.
    Felicidades a la dupla verde y esperaremos màs contribuciones de ella a Cienfuegos Verde.

  2. Gracias Harlem por tu enriquecido comentario. Es aquí el espacio para establecer el debate. Por eso me gustaría argumentar un aspecto de los tantos que no se abordan en profundidad en el escrito, pues aunque necesario, se habría hecho muy extenso.
    Se trata de que la selección incorrecta de las especies de árboles y sus consecuencias nefastas es a todas luces como una lección no aprendida por los encargados de la gestión del arbolado en la ciudad de Cienfuegos.
    A pesar del evidente conflicto demostrado por el comúnmente conocido como Palo de María dado a su comportamiento en los espacios citadinos, que reafirma no ser un árbol idóneo para su uso en el ornato, su uso sigue siendo práctica frecuente, se continua plantando en los espacios públicos de la ciudad. Aún se siembra el error, frente a la vista apacible de las víctimas y gestores.

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