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Bosque y Comunidad

La encina: único y verdadero roble cubano

Por: Harlem Eupierre Padilla

Es casi seguro que Ud. conoce a ese personaje hiperactivo del filme animado La Era de hielo …, ¡exacto!, le hablo de esa ardilla empecinada en preservar una bellota. Es entonces que con ese fruto y el drama del deshielo le proponemos este acercamiento al conocimiento del único y verdadero roble de Cuba: la encina o encino.

En Cuba no existen ardillas, pero sí bellotas producidas por el roble cubano (Quercus sagraeana), que habita exclusivamente en la porción occidental de la provincia Pinar del Río y, al norte de la Isla de la Juventud. De esta manera figurada, ya tendría una idea sobre la forma de la bellota cubana, aunque esta manifiesta una variabilidad notable en sus dimensiones, que oscila entre 2 y 4 cm de largo, y entre 1 y 2 cm de grosor.

El fruto se compone, básicamente, de dos partes: una sería; la bellota y la otra, es esa cúpula rugosa, a modo de gorrito, conectada a la rama. Durante el último trimestre del año, la bellota alcanza una coloración castaño oscuro, y es la señal de que está madura, lista para desprenderse del cascabillo, como se conoce también aquel gorro; con ello llega la esperada temporada para el engorde de los cerdos, o cochinos como le llaman en Pinar, y los criadores suelen conducir y “liberar” su ganado en los encinares para que estos se jacten a puro placer.

Por siglo y medio ha habido discrepancias entre los botánicos a la hora de clasificar al roble cubano, ùnico àrbol nativo de la familia botànica Fagaceae, ya sea como una especie independiente o, como híbrido, o como meras variaciones de otras especies de robles. Es que, durante todo este tiempo, esos científicos han basado sus disquisiciones únicamente en las observaciones morfológicas, y el roble cubano es extremadamente variable.

Sin embargo, no ha sido hasta menos de una década atrás, que la introducción de estudios genéticos específicos a nivel molecular ha podido, en conjunto con aquellos primeros análisis, develar que la encina se corresponde con una especie independiente, muy cubana; formada por el aislamiento que sufrió al llegar al archipiélago otra especie de roble nativo de la porción sureste de EE.UU. (desde la Florida hasta Virginia), en la evolución y migración hacia el Sur, que fueron sufriendo los robles norteños en las sucesivas glaciaciones y calentamientos globales que han venido ocurriendo por decenas de millones de años. También hay evidencias en el ADN del encino de la presencia de otras especies de robles originarios de México y Centroamérica. Con todo esto, puede decirse que la encina es una mezcla de otros robles migrantes, metafóricamente, un cubano de estos días.

Contraproducentemente, en Cuba conocemos por el nombre de roble, no a nuestro árbol, ya tan cubano; sino a otras especies que no guardan tan siquiera relación genética con el verdadero, como son los llamados roble blanco, amarillo, roble caimán, y otros cuarenta màs según refiere el sabio cubano Don Juan Tomàs Roig. En las primeras plantaciones que hiciera Cienfuegos verde se plantó un “roble”, que no fue más que un arbolito de la especie Tabebuia rosea (roble blanco).

El roble cubano es poco tolerante a la sombra, prefiere ocupar espacios abiertos donde no tenga mucha competencia por la luz; quizá por esa razón tienda a ser gregaria en dichos lugares impactados, ya sea por la agricultura o por los incendios, formando robledales o “encinares” como le llaman los pinareños, en suelos secos, de reacción ácida y pobres en nutrientes. Es común encontrar las encinas en asociación con otros árboles como los pinos cubanos occidentales (Pinus caribaea y P. tropicallis) y también, con el macurije (Matayba apetala).

La madera de la encina es dura y pesada, de grano grueso y resistente. Se utiliza para construcciones y fabricaciones generales como: horcones, traviesas, postes y muebles.

Curiosidades:

El Escudo Nacional, conocido como El Escudo de la Palma Real,  símbolo oficial de la República de Cuba, está orlado con una rama de encina (colocada a la derecha) y representa la fortaleza. En el lado opuesto, lo adorna la rama de otro árbol, el Olivo.

El roble como gènero (Quercus spp.) es el árbol nacional de los Estados Unidos de América, España, Francia y otros trece países europeos.

El nombre de la especie: sagraeana, deriva del intelectual español, Ramón de La Sagra, quien publicara una extensísima obra sobre Cuba, titulada Historia física, política y natural de la Isla de Cuba producto de los estudios practicados durante su estancia en el país a mediados del siglo XIX.

Las barricas (toneles) utilizadas en la elaboración de vinos, rones y otros licores, han sido tradicionalmente fabricadas con madera de roble. Actualmente, los toneles de añejamiento del ron Havana Club provienen de bodegas de vinos europeas, que han usado robles franceses, que le impregnan ciertas características particulares a este delicioso ron cubano.

La expresión “fuerte como un roble” está inspirada en la longevidad y robustez de los ejemplares de robles verdaderos (Quercus spp), de los que se han podido documentar hasta 600 años de antigüedad y hasta 50 m de expansión de la copa.

Los cerdos alimentados con bellotas adquieren una particular atención de los productores de jamón, pues le imprime un sabor peculiar a la carne; con lo cual marcan pautas en el mercado, como es el caso del afamado jamón ibérico de bellota.

Fuentes:

  • Andrew Hipp, Paul Mannos y Jeannine Cavander-Bares. El ascenso de los robles. En Revista: Scientific american. Agosto, 2020.
  • Alberto Fors. La Encina. En Selvicultura cubana. 1947.
  • Gaceta Oficial. No. 71 de 2019. Ley # 128 «de los Símbolos Nacionales de la República de Cuba». Art. 59; inciso 5. 2019.
  • Johannes Bisse. Árboles de Cuba. 1988.
  • Paul Gugger y Jeannine Cavander-Bares. Bases moleculares y morfológicas sostienen el origen floridano del roble de Cuba. En Revista: Journal of Biogeography. Abril, 2013.
  • Roig, Juan Tomàs. Diccionario botánico de nombres vulgares cubanos. 1965.
  • https://docplayer.es/docs-images/80/81985191/images/106-0.jpg

Nota: Este trabajo es una producción original de Cienfuegos Verde.

 

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3 comentarios

  1. Vivo muy cerca del Encinar más poblado de Guanahacabibes, y pide a gritos un saneamiento!
    Es un relicto muy importante para todos!
    Ayuda!

    1. Hola Yusberqui, muchas gracias por visitar nuestro portal y por dejarnos su comentario.
      No conocemos la situación que pueda estar presentando el encinar que nos refieres. Una intervención de saneamiento supone un grado de afectación de importancia por algún factor biótico (plagas, enfermedades, etc), o abióticos (incendio, sequía, etc). Nosotros pudiéramos brindarle algùn tipo de asistencia si nos brindara más información. Si lo desea puede escribirnos al correo electrónico.
      No obstante, le proponemos que contacte con el Servicio Forestal local o la Facultad Agroforestal de la Universidad de Pinar del Río, en estos lugares deben atender su reclamo y brindarle alguna respuesta efectiva con respecto al encinar.
      Por favor, no dude en contactarnos nuevamente, juntos podríamos contar con alguna solución.
      Un abrazo
      Troica Verde

  2. Podría enviarle un sinnúmero de fotos para mostrarle el grado de contaminación de este bosque malusado como vertimento de residuos sólidosde toda una comunidad,que bien por desinformación o simplemente por omisión lo están haciendo desaparecer sin percatarse que este bello bosque es un relicto y que a largo plazo dejará de ser nuestra mas fresca sombrilla.

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